lunes, 20 de julio de 2009

La oración de los esposos






Icono de la Sagrada Familia




...La Iglesia no puede existir sin una oración común y sin la participación eucarística de sus miembros. Sin oración común, sin vida religiosa común y sin una marcha espiritual común no se puede fundar una “iglesia doméstica”, una familia cristiana, la más pequeña célula de la Iglesia de Cristo universal. Muchos padres espirituales lo comprendían muy bien. El padre Alexandre Tolgsky no preguntaba simplemente, en confesión, si su hijo espiritual rezaba todos los días mañana y noche, sino si rezaba todos los días con el esposo o la esposa.

...Al comienzo de la liturgia de los fieles, el sacerdote proclama en voz alta: “Concédenos glorificarte con una sola voz y un solo corazón, y cantar tu nombre venerable y magnífico, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos”.

...Si el sacerdote pide por toda la Iglesia, por todos aquellos que están en la iglesia tener una sola voz y un solo corazón por una relación de oración eucarística con la Santa Trinidad, a fortiori es indispensable que aquellos que forman “una sola carne” tengan una sola voz y un solo corazón. ¿Cómo dicha única carne podría no elevar al Señor una oración en común de agradecimiento, de pedido por sus necesidades y no reforzar su unidad por una relación común con Dios?

...La oración común protege de las disputas, obliga a aquellos que se han peleado a reconciliarse, ayuda a disipar malentendidos que pueden surgir entre los seres humanos. Es conveniente introducirla desde los primeros días de la vida conyugal, porque será mucho más difícil establecerla más tarde, ya que la oración en común nace más fácilmente cuando existe una apertura total y plena de amor del alma de uno para con el otro, cuando se está en búsqueda de nuevas formas de modo de vida, cuando antes del nacimiento de los hijos un ritmo cotidiano completo es posible. Una regla de oración en común de marido y mujer es la base que permite la edificación de la “iglesia doméstica”. Ayuda a educar los hijos en la oración y a organizar la oración de toda la familia.

...A veces llegamos a oír objeciones a la oración cotidiana en común de los esposos tanto de parte de laicos como de jóvenes sacerdotes. Pero antes de responder a dichas objeciones, conviene recordar que los santos Padres distinguían diversos niveles de oración.

...El primer nivel, escribía san Teófano el Recluso, es la oración corporal, que consiste más en lectura, en estar de pie, en metanías. La atención se desvía, el corazón no siente, no se tiene ganas: es la paciencia, el trabajo, el sudor. Sin embargo, a pesar de ello, resiste y haz tu oración. Es una oración activa.

...El segundo nivel es una oración atenta: la inteligencia se habitúa a concentrarse en el momento de la oración, a decirla enteramente con conciencia, sin dispersión. La atención se diluye en la palabra escrita y la dice como si fuera suya.

...El tercer nivel es la oración de los sentidos: el corazón se torna cálido gracias a la atención, y el que era el más alto pensamiento se convierte aquí en intuición. Allí donde había una palabra de contrición, está ahora la contrición; allí donde había un pedido, existe ahora la intuición de menester y necesidad. Aquel que ha pasado por la intuición, ora sin palabras, ya que Dios es el Dios del corazón […] La lectura puede entonces cesar, igual que la reflexión; basta permanecer en la intuición con ciertos signos de oración.

...El cuarto nivel es la oración espiritual. Comienza cuando la oración intuitiva se vuelve continua. Es el don del Espíritu de Dios que ora por nosotros, y es el último grado de la oración al que se puede alcanzar.

...Estos diferentes niveles de oración reflejan los niveles de elevación del hombre hacia Dios, sin embargo, los tipos de oración en la vida de un laico pueden alternar una con otra, con una predominancia de una de ellas en su actividad de oración. Habitualmente, entre los jóvenes que van a casarse y los jóvenes esposos, la oración es activa o atenta […]

...¿Cuáles son, pues, las objeciones que se pueden oír contra la oración en común de marido y mujer? En primer lugar, se dice a menudo que “cuando uno dice las oraciones en voz alta, los pensamientos del otro vagan por un país lejano”. Pero nuestro pensamiento parte a un “país lejano” incluso en la iglesia, lo que no significa que no se deba ir a la iglesia: hay que poner en orden nuestro pensamiento. Durante la oración familiar en común uno pronuncia en voz alta las palabras y otro las repite en silencio y ellos se dirigen a Dios con las mismas alabanzas, las mismas glorificaciones y agradecimientos y le piden juntos los bienes necesarios para su vida espiritual, para sus almas y sus cuerpos.

...Uno de los escritores religiosos de los primeros siglos señalaba que los cristianos se reunían para las oraciones en común, para que aquellos que tienen experiencia en la oración sostengan la oración de los no experimentados. Esta observación es igualmente válida en muchos casos de oraciones familiares de los esposos. Hay que acordarse de ello cuando se organiza la oración con los hijos.

...La oración en común, la regla de oración común acostumbra a una disciplina espiritual de oración. Si uno es débil, el otro lo sostiene. Vamos a la iglesia porque nuestra oración personal es sostenida por la oración común. Es con una oración común que la jornada comienza y se termina en los seminarios y academias religiosas. En los monasterios comunitarios la vida está fundada sobre la oración común. En ciertos lugares, incluso la oración de Jesús es pronunciada en común, ya que crea una fraternidad espiritual en Cristo, como dicen los maestros vueltos sabios por la experiencia.

...El costado exterior de la oración no es más que la forma de la oración. Su esencia, el alma de la oración, se encuentra de hecho en la inteligencia y en el corazón del hombre.

...“Todo nuestro ritual de oración, escribía san Teófano el Recluso, todas las oraciones compuestas para una utilización doméstica, están llenas de impulsos espirituales a Dios. Aquel que las lee, por poco atento que sea, no puede evitar este ascenso espiritual hacia Dios, más que si está totalmente desatento en lo que hace”.

...Es útil que los esposos, leyendo la regla cotidiana de oración en común, alternen la lectura en voz alta según los días o según las diferentes partes. Ello crea un equilibrio en la oración, activando una oración inteligente de los dos. Se puede prescindir de ello en las familias de los sacerdotes, donde el marido no pronuncia más que la primera y la última ecfonesis, y provisoriamente, en las familias donde uno de los dos esposos comienza.

...La segunda objeción contra la regla de la oración en común de los esposos consiste en lo siguiente: la oración es una relación personal de la persona con Dios, una emoción de las más íntimas. La experiencia de la oración es bastante individual, la oración con otro debilita el impulso de la oración personal. Dicha objeción es a menudo formulada por jóvenes sacerdotes, más raramente por laicos. Se plantea cuando uno de los esposos cree tener más experiencia de la oración que el otro. Es contra dicha objeción que están dirigidas las palabras del apóstol Pedro (1 P. 3, 7): “Maridos, tened una relación razonable con vuestras esposas […] respetándolas, como coherederas de la vida plena de la gracia, para que no haya obstáculos en vuestras oraciones”.

...Si se la vive en la unidad de alma y cuerpo, uno no puede elevarse espiritualmente sin la elevación y el apoyo del otro. Un sacerdote ahora fallecido confesaba: “He comprendido que si arrancaba adelante, y mi esposa se retrasaba, ella me tiraba de atrás, y viceversa”. A veces una desunión espiritual se produce entre marido y mujer, y el matrimonio se transforma en concubinato, o en vida común bajo un mismo techo. Ello se siente inevitablemente en todo el ambiente familiar.

...Cuando las necesidades de oración aumentan, la oración en común no debe nivelar la individualidad de la oración de cada uno de los esposos. Durante la regla de la oración común, como en la iglesia, cada uno reza más o menos a su modo, personalmente, pero conversa con Dios al unísono con los demás. Sin embargo, la oración en común no suprime la oración individual a lo largo del día […]

...El autor ha oído una vez: “No rezamos juntos porque se dice que no hay nada más peligroso que una oración formal”. El formalismo en la oración es un peligro que acecha por igual a quien reza en la soledad como a quien se encuentra en una iglesia llena de gente y quien se ha reunido con toda su familia ante el icono familiar. Hay que combatirlo con fuerza de voluntad y por la oración en si misma.

...Los cristianos de todos los tiempos han comprendido el hecho de que es indispensable para los esposos rezar en común. Según Tertuliano, en una familia cristiana feliz “los esposos rezan juntos, se arrodillan juntos, ayunan juntos, se sostienen y se dirigen mutuamente. Son igual en la Iglesia y en sus relaciones con Dios, comparten igualmente la pobreza y holgura, no tienen secretos el uno con el otro y no constituyen una carga entre sí […] Cantan juntos los salmos, y Jesucristo se regocija, viendo su modo de dirigir su casa, y envía su paz sobre esa casa y permanece allí entre ellos” […]

...Las oraciones familiares en común de los esposos nos vienen como modelos de vida del cristianismo más antiguo. Habiendo entre esposos una relación de oración, se puede no solamente ver y concebir sino sentir a su esposo o esposa como coheredero o coheredera de la vida de la gracia que comienza aquí sobre la tierra.

...El contenido y las formas de las oraciones familiares de los esposos pueden ser muy variadas. Se definen por la necesidad espiritual, la experiencia religiosa del marido y la mujer, por los acontecimientos vividos que experimenten la familia o aquellos que le son cercanos.

...La base de la oración cotidiana de un laico es la regla de oración matutina y vespertina. Sin embargo a veces, según las condiciones de vida sólo una de ellas puede ser común. La individualización de una de dichas reglas, a menudo la matutina, se vuelve ineluctable luego del nacimiento de un hijo: la mujer duerme después de haber debido levantarse a la noche por el niño y el marido tiene prisa de ir al trabajo. La oración común cotidiana debe ser bastante breve, para ser accesible con alegría para cada uno de los esposos…

...Los días de aflicciones y dificultades, de alegría y bienestar, se puede, además de las oraciones habituales, incluir de común acuerdo oraciones especiales. Semejantes ocasiones pueden ser un viaje previsto, la espera de un parto, el nacimiento de los hijos, el otorgamiento de un departamento y una multitud de otros acontecimientos de la vida, igual que el agradecimiento por haber obtenido lo que se pedía.

...La familia no debe encerrarse sobre si misma durante la oración. Siendo una parte de la Iglesia, debe rezar por toda la Iglesia y por sus jerarcas, por sus miembros, por el padre espiritual, por los parientes y los cercanos. La oración en común por alguien es una ayuda, no solamente para él, según la Palabra del salvador: si dos de entre vosotros se ponen de acuerdo para pedir por algo, lo que pidáis entonces mi Padre celestial os lo concederá (cf. Mt. 18, 19), sino que ella contribuye a la multiplicación del amor y al acercamiento espiritual de aquellos mismos que rezan. Es útil tener un díptico [lista de vivos y difuntos por los que se reza] común familiar. Une a los esposos en una preocupación común de acción y oración por los demás. Existe una fórmula especial de oración para la concordia […]

...Rezad juntos y que el Señor os ayude a edificar vuestras “iglesias domésticas”.


Gleb Kaleda

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...Extracto de L’Église au foyer: les sources spirituelles et morales pour la création et l’édification de la famille, Cerf, 2000. Traducción del francés del Dr. Martín E. Peñalva.